Echo de menos...

Tantas cosas... he llegado a un momento en mi vida que el exito profesional, ese que llevaba persiguiendo desde que era pequeño, no llena ni por asomo mi vida. Es extraño sentirse de una forma razonablemente elevada realizado en ese sentido y comprobar que aparte de una compensacion dineraria en forma de paga mensual poco mas se reconoce tu labor diaria. Te vuelves un autómata, que a diario repite una y otra vez la misma canción, observando los dias pasar de una forma tristemente rutinaria. Ahora obtengo mucha mas alegria de esas pequeñas cosas que antes tenia abandonadas: ayudar a un amigo, dar un paseo con alguien especial, hablar de tus cosas, expresar los sentimientos de forma libre y abierta, sin miedos... me llenan la vida. Echo de menos dormir abrazado a la persona a la que quiero, echo de menos sonreir por las mañanas al ver su cara y despedirme dandole un tierno beso.... lo echo tanto de menos. Que cierto es aquello que dice que no se aprecia algo hasta que lo pierdes, por eso ahora disfruto de esos momentos como si fueran los últimos, atrapandolos entre mis manos y viviendolos con una intensidad extrema.