jueves, 18 de noviembre de 2010

Bloody Friday

I can't believe the news today
When my workmate came here to tell me he’s afraid

How long?
How long we going to feel that is wrong?
How long?
How long?

Cause today... we can be as one
Today...

People living to the edge
Government acting like if were with someone else
irresponsible banks about created
They say: Shut up! And pay the mortage!

Friday, Bloody Friday
Friday, Bloody Friday
Friday, Bloody Friday (Friday, Bloody Friday)

And the battles just begun
Five millions people during Monday at the Sun
Students working very hard
For a future that really never comes

Friday, Bloody Friday
Friday, Bloody Friday

How long we going to feel that is wrong?
How long?
How long?

Cause today... we can be as one
Today…
Today (Friday, Bloody Friday)
Today…
Today (Friday, Bloody Friday)
Today…

Wipe the tears from your eyes
Wipe your tears away
Wipe your tears away
There’s a lot of work to do (Friday, Bloody Friday)
And you are the only one that can make it true (Friday, Bloody Friday)

Friday, Bloody Friday (Friday, Bloody Friday)
Friday, Bloody Friday (Friday, Bloody Friday)

Phone is ringing really loud
My hands are shaking … what is all about?!
H.R. sweet voice at the phone
Calling me to talk … sure that all it’s done

The real battle yet began (Friday, Bloody Friday)
To claim the victory our fathers won (Friday, Bloody Friday)
on...

Friday, Bloody Friday…
Friday, Bloody Friday...




Based and inspired on U2 song “Bloody Sunday”

viernes, 10 de septiembre de 2010

La crisis cercana

Y me encantaría hablar de cosas más alegres. Estoy deseando escribir algo en este blog que sea esperanzador, pero últimamente es complicado. Y es que, si hace unos meses hablaba a nivel macroeconómico de las consecuencias de la crisis hoy quiero hacerlo de las consecuencias más cercanas. He notado como la crisis ha tenido efectos devastadores en gente que me rodea. Quizá en algunos casos el hecho no esté relacionado de forma directa, pero a buen seguro en muchos casos ha sido la puntilla a una situación complicada. Y es que es muy difícil seguir adelante en tiempos de crisis si no se es fuerte y se está unido. Cual cristal quebradizo, que se astilla ante el más mínimo golpe, últimamente he asistido a la ruptura de muchas parejas a mí alrededor, de gente cercana, parejas con muchos años a las espaldas, algunos casados e incluso me atrevería a decir que en ciertas ocasiones, inesperado. Y es que si hay problemas en una pareja y le unimos a ello el drama de no tener trabajo, perspectivas de encontrarlo, o aun teniéndolo el miedo permanente a ir al paro en cualquier momento, las tensiones personales deben ser terribles. Yo mismo estoy sintiendo esa presión, si bien me siento tremendamente afortunado de tener la persona que tengo a mi lado si es cierto que hemos tenido discusiones por temas relacionados con dinero y es que a pesar de todos los ajustes que hemos realizado últimamente el recorte en la nómina, el precio de las cosas y demás factores acumulados hacen que cada día sea más complicado llegar a fin de mes. Son etapas, algunas mejores, otras no tanto, y para algunos imagino que el camino se ha hecho demasiado cuesta arriba para seguirlo. La verdad es que tengo suerte de compartir mi vida con quien lo hago. La crisis está poniendo a prueba a todo el mundo, a todos los niveles, y muchos no están pasandola. Yo, sin embargo, entre tanta oscuridad, me siento afortunado.

And we're caught up in the crossfire
A heaven and hell
And were searching for shelter

jueves, 1 de julio de 2010

Reflexiones sobre la crisis

Las medidas de austeridad han sido tomadas por gobiernos en los que había partidos de izquierdas y de derechas, medidas impulsadas desde la presidencia de Europa con Alemania a la cabeza, donde por cierto gobierna un partido de centro derecha. Pero no se puede culpar a la gente de que se voten a partidos de izquierdas, sobre todo en países menos desarrollados. Pasa en Grecia y pasa en España porque precisamente hay más gente pobre que rica y votar a la derecha, o sea al patrón, pues tampoco parece algo con demasiado sentido. Como decía Cantinflas: lo que se tienen que acabar son los pobres, no los ricos; pero mientras se consigue hacer realidad esa utopía volvamos al mundo real. Es precisamente en los países de izquierdas donde las protestas están siendo más enérgicas y es que es lógico ya que si gobierna un partido que ‘supuestamente’ está en el lado del trabajador y se aplican medidas de derechas para que, de facto, la factura de los errores y excesos la pague la gente más desfavorecida, esta gente se enfade.

El origen y repercusión de esta crisis es mundial y negarlo no tiene sentido alguno. Sus efectos se han visto en todas las bolsas internacionales de NY a Tokyo, inyectando grandes cantidades de dinero por parte de los estados en todo el mundo y ha sido especialmente más grave no en los países donde gobierna la izquierda sino en los países menos fuertes, económica y políticamente hablando. Créditos subprime concedidos por entidades financieras sin escrúpulos que buscan beneficios a toda costa, con origen en USA, donde por cierto también gobiernan partidos de derechas. Pero no vamos a culpar a la derecha de todos los males, pobrecitos, ellos solo buscaban hacerse más ricos, ya que este gran circo no podría haberse orquestado sin la participación del trabajador de a pie: el gran pepito. Y es que si hace 50 años se engañaba a aquel que no sabía escribir hoy se hace a los que no saben de economía. Se les vendió un sueño al que realmente no podían acceder, se les presentó todo de color de rosa y a cambio ‘sólo’ se le pidió su servidumbre para el resto de la vida. Y así muchísima gente se hipotecó, generalmente por encima de sus posibilidades, en un momento en el que el dinero parecía literalmente gratis. Y de eso no se puede culpar al rico, al de derechas, solo se puede culpar al pobre, al de izquierdas, por dejarse caer en una trampa tan burda. Pero tampoco podemos culparle totalmente, solo intentaba conseguir el sueño de tener una vivienda, de formar una familia, ‘The American Dream’, al menos en la mayoría de los casos (pues también algún que otro pepito se creyó Rockefeler y jugó a ser rico). Principalmente las motivaciones del pueblo eran bastante más nobles que la de los ricos. También es cierto que a muchos trabajadores de a pie, en la época de ‘vacas gordas’ se le fue literalmente la cabeza disponiendo de un chorro de dinero para el que no tenía ni madurez ni formación adecuada para su correcta administración. Albañiles con 18 años, ganando 3.000 euros al mes, viviendo con sus padres y con un BMW M3 en la puerta de casa. Hace falta mucha cultura económica, de hecho yo abogo por que exista una asignatura en la enseñanza obligatoria que ilustre al respecto. Lo considero mucho más importante que, por ejemplo, religión.

La crisis y las medidas que se están tomando son inmorales porque dicha crisis ha sido creada por los ricos y poderosos, con el beneplácito de los gobernantes que han mirado hacia otro lado o directamente se han subido al carro del dinero fácil, ha enriquecido aun mas a los que más tenían y ahora pretenden que la factura de los años locos la paguen los de siempre: los trabajadores. Nos suben los impuestos, nos bajan los sueldos y todo para ¿solucionar la crisis? Lo que preocupa a España no es atajar la crisis sino que le corten el grifo del crédito. Hay que reducir déficit, dice ahora ZP. El FMI ha visto el despilfarro que se ha hecho con el Plan E y otras patrañas mal articuladas por un gobierno sin sentido ni dirección y ha dado la voz de alarma: o bajáis el déficit o no os damos dinero. Y es que esto, a grandes rasgos es como el que tiene la VISA ORO y cree que todo en la vida se soluciona a golpe de tarjetazo. Pero llega un momento que va a pasarla y no da más pasta. El FMI dice: demuéstrame que eres un buen pagador, bajando el nivel de endeudamiento, y te vuelvo a dejar dinero. Lo cierto es que seguimos como país un tren de vida que no podemos mantener y se está poniendo de manifiesto ahora más que nunca. Yo soy contrario a las ayudas, salvo a las básicas, ya que con ello no se genera riqueza. Vivimos en el país donde los descendientes del Lazarillo de Tormes son más que numerosos, dar ayudas solo favorece a la picaresca, el fraude y la vagancia. Yo no quiero vivir en un país donde se subvencione el alquiler, quiero vivir en un país donde el alquiler tenga un precio justo, arreglado al nivel de ingresos. Y así, con muchas otras cosas.

Hablando de política la situación es realmente decepcionante. Y concretando en España es que miras al congreso y de verdad te preguntas si esa gente en serio vive en este país: unos demostrando su ineptitud para gobernar, otros más preocupados por denigrar que por realmente presentar ideas, otros pensando en independentismos….. Estoy convencido que tienen problemas diferentes a los de la mayoría de la gente y lo reflejan en su actitud, muchas veces de patio de colegio, más preocupados por ver quién está arriba en el poder que de solucionar realmente las cuestiones que quitan el sueño a sus ciudadanos. Cuando llegue la época de votar realmente deberíamos plantearnos dos opciones: o no votar directamente, como castigo a esta actitud; o de hacerlo no votar ni a PSOE ni a PP ya que están demostrando no estar preocupados por el pueblo al que se supone representan.

Y por último me gustaría terminar comentando sobre la reflexión de ‘el que a los 20 años no es de izquierdas no tiene corazón y a los 40 no es de derechas no tiene cabeza’. Sinceramente, si la gente ahora llega a los 40 sin tener un empleo estable, sin posibilidades de una vivienda, cobrando sueldos mileuristas (o menos), sin posibilidad de formar y mantener una familia… creo que va a haber muchos cuarentones izquierdistas.

PD: Disfruten del IVA al 18%

jueves, 10 de junio de 2010

Cosas que me pasaron hoy y que probablemente sólo me importen a mi. Versión 2.0

Hoy he leído la entrada de Hector en su blog personal titulada Cosas que me pasaron hoy y que probablemente sólo me importen a mi. Al leerlo me ha traído recuerdos de mi estancia en Japón, de lo diferentes que somos en muchas cosas y he decidido hacer una redacción de cómo habría sido ese día de haber ocurrido en Sevilla. Recomiendo leer primero su entrada y luego la mía para apreciar las sutiles diferencias entre ambas:

Hoy tenía que hacer papeles en el ayuntamiento de Sevilla, así que madrugué para ir pronto y quitarme los trámites de encima. Ducha, desayuno, salgo a la calle, Sol, cielo azul, 25º, no está mal para ser… ¡las 8 de la mañana! Bordeo el Parque María Luisa con la bicicleta, impensable hace 10 años, esquivando un atasco. Veo a Juan y Medio metido en un coche, pienso que le queda más de una hora de atasco hasta llegar a la Canal Sur, a las afueras de la ciudad. Por fin llego al ayuntamiento, aparco la bici. Vaya, son las 8.30h y el Ayuntamiento no abre hasta las 9h así que a esperar toca. Sobre las 8.45h empieza a llegar gente, alguna se pone ordenadamente en la cola improvisada en el exterior del edificio. Otros, haciendo uso de la picaresca, intentan colarse haciéndose los distraídos. Después de invitar a un par de listos a ponerse al final de la cola llegan las 9h pero nadie abre. Se oye algo de movimiento en el interior pero las puertas siguen cerradas. Por fin a las 9.05h un conserje, con mala cara, abre las puertas para facilitarnos el acceso. Tomamos numero para ser atendidos en el orden dispuesto de la cola, solo tengo a tres por delante mía no creo que sea mucho…… ¡error! De los dos funcionarios dispuestos para ayudar solo hay uno, el otro parece estar de baja. La primera de las personas no ha traido los papeles rellenos, la segunda se ha equivocado con el impreso y la tercera se olvidó el DNI en casa. Después de un sinfín de contrariedades por fin me toca. El operario revisa la documentación. Me comenta que me falta un impreso que debo rellenar y presentar en otra oficina a varios kilómetros del centro y que es necesario para finalizar los trámites, además de abonar las tasas por las gestiones en una entidad financiera específica. Le pregunto si puedo realizar el trámite por Internet mediante certificado digital o DNI electrónico y me mira como si fuera un marciano. Consigo salir del Ayuntamiento sobre las 9h. Veo a lo lejos al alcalde rodeado de un grupo de periodistas. Parece que están inaugurando algo. Llamo a mi jefe para comentarle que estoy de papeleos y que seguramente llegue algo tarde. Una voz contundente sale del altavoz de mi móvil informándome que mi actitud es poco profesional, pero haciendo uso de otras palabras menos amables. Yo alejo mi oreja del aparato para evitar una perforación de tímpano mientras mi jefe se descarga a gusto. Después de calmarse un poco, vuelvo a hablar con él comentándole que intentaré llegar lo antes posible. Él me informa que tenemos reunión con un cliente importante a las 12h a la que no puedo faltar, le digo que no espero tener problemas para llegar y antes de que termine la frase mi jefe cuelga con contundencia. Cojo mi bici y me dirijo a la instalación donde debo completar mi papeleo. El trayecto es de unos 2Km. A mitad del camino se termina el carril bici por lo que tengo que ir por la calle con el resto de vehículos. Un coche se salta un semáforo y tengo que frenar bruscamente para evitar entrar como firme candidato a los premios Darwin. El conductor, desde dentro del vehículo, me recrimina verbal y gesticularmente mi acción. Yo pienso – ¿pero si el que iba correctamente era yo? Al llegar finalmente al lugar no hay dónde aparcar la bici correctamente. La dejo de forma provisional encadenada en una farola. Ya que el barrio me inspira poca confianza, le quito el sillín y lo llevo conmigo (super cómodo oye). Llego al lugar, son las 9.45h. El sitio está atestado. Me muevo entre la gente hasta llegar al mostrador de información para preguntar por el lugar donde finalizar mis trámites. La chica de información me ignora. Alzo un poco la voz al pensar que no me ha escuchado bien a lo que responde con una mirada asesina y una voz chirriante indicándome que está ocupada. Espero pacientemente unos minutos a que me atienda. Después de llevarse un rato tecleando, se digna a ofrecerme algo de atención y me informa que debo ir al fondo de la estancia, segunda ventanilla y que ahí coja número. Adicionalmente me comenta que al llegar algo tarde (también abren a las nueve y son ya casi menos diez) seguramente tenga que esperar ‘un poco’ a ser atendido. Le agradezco su tiempo y me dirijo hacia mi destino. Al llegar la sala está con bastante gente, cojo número: el 38. Revisando por encima en la sala veo no más de 20 personas con lo que ingenuamente pienso ‘esto va rápido, en unos 20 minutos me tocará a mí’. El marcador luminoso me devuelve a la realidad ¡van por el 12! Tomo asiento, esto va para largo. El tiempo va pasando, la gente desfila por la ventanilla, algunos de los número llamados no aparecen (¿para qué cogerá número la gente si luego no va a esperar a ser atendidos?). Me distraigo jugando con el móvil, el tiempo pasa… y pasa…. Por fin me llaman, solo son las 11 de la mañana. Me arrastro hasta la ventanilla. Pregunto por qué tanta demora y me informa que su compañero está de baja y solo hay una persona atendiendo todas las solicitudes, ¿cómo no pude imaginarlo? Le informo del trámite que deseo realizar. El tipo de la ventanilla me mira con cara rara, va dentro, consulta con un colega, consulta con otro colega, vuelve a la ventanilla y tramita los papeles. Me informa que debo abonar los costes en la sucursal bancaria específica, le comento que ya lo conocía y que iba a realizarlo ahora mismo. Salgo del edificio solo son las…. 11.10h de la mañana. Voy a coger la bici y veo que me la han llenado de pegatinas de ‘aparcamiento indebido’. Además me han robado el reflectante trasero… mal dolor de vientre le dé al hijo pu…… Llamo a mi jefe para comentarle que debido a los contratiempos en los trámites me va a ser imposible llegar antes de las 12h. Entra en cólera, empieza a usar calificativos poco cariñosos hacia mi persona y familiares cercanos. Cuelga de malas formas amenazándome que mi actitud puede tener ‘consecuencias’ en mi futuro en la empresa. Monto en mi bici y me dirijo al banco. Al entrar otra cola, esta por lo menos va sin número y por delante de mí solo hay 4 personas. Pago por fin, salgo a la calle y el Sol de medio día cae sobre mi ¿cómo puede hacer 32 grados a las 12 de la mañana? Vuelvo a subir en mi bici y sudando me dirijo al trabajo. Llego a las 12.30h y encuentro a mi jefe con cara de pocos amigos y me comenta que el cliente aun no ha llegado. Al fin la impuntualidad española juega a mi favor.

Al salir los compañeros de trabajo vamos a un bar cercano a tomar unas cañas. Es sin duda el mejor momento del día. La rubia que nunca falla consigue alegrarme por fin un poco. Mi jefe es el típico niño de papa que en la vida le ha faltado nada y que está ahí porque alguien de arriba decidió que estaba capacitado para ello. Y eso tiene poco que ver con sus estudios, formación y capacidades intelectuales. Tiene más que ver con sus capacidades relacionales, vamos, por ser ‘hijo de’. Mi jefe hoy ha decidido autoinvitarse y pide una cerveza mientras comenta en voz alta – ésta la pagas tú por llegar tarde y casi estropear la reunión – Yo pienso – claro, con el sueldo de mileurista que me pagas no voy a tener problema para invitarte a ti y a tu pu…. – decido tomar un trago de cerveza. Luego añade – Y las horas que has faltado esta mañana, me las tienes que recuperar por las tardes, ¿eh? – Yo….. decido tomar otro trago de cerveza.

Por la tarde, después de echar alguna que otra hora extra, voy al gimnasio. Allí me encuentro una chica y su ‘proyecto de hombre’. El parece estar patrocinado por Nike y ella viste apretadas mallas color rosa que dañan la retina si las miras fijamente durante más de 5 segundos. El chico, con menos carne que un guiso de alambre, se pavonea ante su ‘churri’ realizando una sesión de pesas que claramente excede su capacidad muscular. Ella lo observa con admiración mientras intercalan miradas más propias de un bar de carretera de segunda. Terminé mi ronda de ejercicios y salí rumbo al Mercadona para hacer la compra de la semana. No había algunos de los productos que suelo comprar. La cajera se equivocó al devolverme el cambio y al reclamarlo me miró como si fuera un delincuente. Al salir del supermercado rumbo a casa me crucé a los dos ‘churris’ del gimnasio, ella abrazada a él, él agarrando con fuerza una de las nalgas de ella. Los dos me miraron un segundo y alzaron la vista al pasar junto a mí esgrimiendo una sonrisa con aires de superioridad.

No sé por qué hoy, después de muchos años, sentí por primera vez que en una ciudad como Sevilla también puedo sentirme como si estuviera un pequeño pueblo……. Creo que hoy voy a acostarme pronto.

lunes, 11 de enero de 2010

Nieve en Sevilla



Quien se podría imaginar que despues de mas de 50 años volvería a nevar en Sevilla.... Preciosa estampa, ojalá no tarde tanto tiempo en volver a repetirse.